La ansiedad también tiene raíces generalizadas, e incluso podríamos encontrar que muchas de ellas se han sistematizado en el mundo en que vivimos. Si bien, cada persona puede llegar a tener episodios de ansiedad y depresión por motivos personales, es evidente que existe un incremento y éste no solo se debe a nuestra Umanidad, sino también a la forma en cómo hemos organizado nuestra sociedad.
Para encontrar una vida fuera del sistema, una vida mas plena y libre, tomamos lecciones de los Padres y Madres del Desierto. Estos hombres y mujeres místicos que decidieron ir contra la corriente de su tiempo y encontrar verdades atemporales que aun siguen siendo relevantes cientos de años después.
Encontraron que la única forma de ser libres de los estragos de las estructuras sociales tóxicas, es a través de tres rituales. Tres practicas místicas que si las introducimos en nuestro diario vivir nos aterrizan a un mundo mas pleno y libre.
La recomendación es tomar 15 minutos diarios para realizar esta práctica. Podría resultarte difícil en un principio, tal vez incómodo y frustrante. Sentirás que no tienes tiempo, que no sirve de nada hacerlo, e incluso podría generarte una sensación de vacío. Pero aquellos que deciden pasar al otro lado de éstas sensaciones, descubren una vida anti sistémica. Uno de los tres rituales será el más difícil, y paradójicamente ese será el que mas recomiendo que practiques.
El manifiesto el día de hoy, es que nuestra sociedad nos protege, nos nutre y es necesaria para nuestra vida, no todo en ella es mala. Pero sí hay un lado oscuro que destruye el alma y que produce ansiedad generalizada. Así que vivamos en comunidad unos con otros, pero aprendiendo a proteger nuestro espíritu y alma de las búsquedas inútiles de los sistemas actuales.
Quietud.
La primera práctica es la quietud, es así de simple, estar quieto por 15 minutos sin la necesidad de hacer algo. Y cuando el sistema te exija “ciertas cosas”, practica la siguiente idea contra cultural y encuentra paz.
Cuando el sistema te diga: “Tienes que estar ocupado y producir”.
Tu respondes al entender que Ya tienes valor, y éste no esta en lo que haces. Y en ese momento sueltas la necesidad de hacer algo.
Cuando el sistema te diga: “Solo ganan los que luchan” y “el éxito lo es todo”.
Tú entiendes que la claridad es mas importante que las luchas, y decides tener la mente y el corazón claro, antes de correr tras búsquedas vacías.
Cuando el sistema te llame: “Irrelevante” y te diga que estas “fuera de los grupos sociales”.
Tú decides morir a su voz y buscas la única voz que te acepta: La voz de tu Padre.
Cuando el sistema quiera fraguar tu identidad y determinar lo que vales, en relación a lo que haces.
Tu entiendes que un día mas de trabajo no te dará valor, y que la quietud te da la valentía de encontrar una identidad libre de lo haces para recordar lo que eres.
Cuando el sistema te diga: “Vas a fracasar”.
En quietud reconoces que todos fracasamos en cosas y logramos mucho también, pero ambas son experiencias naturales de la vida que no pueden definirte.
Cuando el sistema te insista en que seas impulsivo y compulsivo.
Decides no tomar decisiones, meditar y saber que esperar también es un acto de fe y de sanidad. Puedo ir a mi ritmo y eso esta bien.
Te dejo una oración para que puedas meditar en ella.
“Nada te turbe, nada te espante,
Todo se pasa, Dios no se muda,
La paciencia todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento, al cielo sube,
por nada te acongojes, nada te turbe.
A Jesucristo sigue con pecho grande,
y, venga lo que venga, nada te espante”.
Teresa de Avila